Las plantas de tratamiento mecánico biológico (TMB) juegan un papel clave en la gestión de los residuos sólidos urbanos para separar los materiales reciclables que no han sido separados en origen y estabilizar la fracción orgánica. Sin embargo, estas instalaciones tienen que afrontar un desafío ambiental significativo: la emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV) y la posible aparición de malos olores. Esto puede afectar tanto a la calidad del aire dentro de las instalaciones como a las comunidades circundantes, lo que hace imprescindible la implementación de estrategias efectivas de mitigación que traten los aires que se generan en estas instalaciones.
¿Qué son los COV y por qué se generan en las plantas TMB?
Los COV son sustancias químicas que se evaporan fácilmente a temperatura ambiente y pueden incluir una variedad de hidrocarburos, aldehídos y alcoholes. En las plantas TMB, los COV se originan principalmente por la descomposición de materia orgánica en condiciones aeróbicas y anaeróbicas. Entre los compuestos que generan más olor se encuentran los alcoholes (etanol) y los terpenoides (e-limoneno).
Soluciones para mitigar los COV y los malos olores
Para minimizar el impacto de los COV en las plantas TMB, existen varias estrategias tecnológicas para reducir la emisión de estos compuestos y mejorar la calidad del aire. Entre las soluciones más efectivas se encuentran:
Biofiltros: utilizan microorganismos para degradar los contaminantes gaseosos presentes en las emisiones de las plantas TMB. Estos sistemas hacen pasan el aire a tratar a través de un lecho biológico compuesto de materiales como la turba o el compuesto o las fibras de madera, donde bacterias y hongos metabolizan los COV y los convierten en sustancias inocuas. Los biofiltros son una solución ecológica y eficiente, con bajos costes operativos e impacto ambiental reducido.
Oxidación térmica: consiste en la descomposición de los COV mediante temperaturas elevadas (entre 700 y 1.000 °C). A través de la oxidación térmica, los compuestos orgánicos se transforman en CO2 y vapor de agua, con lo que se elimina su impacto ambiental. Aunque es una tecnología altamente efectiva, su consumo energético y costes asociados pueden suponer una dificultad para algunas instalaciones.
LIFE ABATE: Una solución innovadora
Ante la creciente necesidad de soluciones más sostenibles y eficientes, el proyecto LIFE ABATE surge como una alternativa innovadora para la reducción de emisiones de COV en plantas TMB. LIFE ABATE busca implementar un sistema avanzado de mitigación basado en el uso de tecnologías de concentración y captación de COV mediante zeolitas y tecnologías de biofiltración optimizada.
A través de un enfoque integral, LIFE ABATE pretende no solo mejorar la calidad del aire en las plantas de tratamiento, sino también reducir su huella ambiental y mejorar la aceptación social de estas instalaciones. La implementación de este tipo de soluciones es clave para garantizar la sostenibilidad del sector de la gestión de residuos y el bienestar de las comunidades a su alrededor.

Camino hacia una gestión más sostenible
Los COV y los malos olores en las plantas TMB representan un reto ambiental y social que requiere estrategias de mitigación efectivas. Tecnologías como los biofiltros y la oxidación térmica han demostrado ser soluciones viables, pero es fundamental seguir innovando para optimizar los procesos. En este sentido, el proyecto LIFE ABATE representa un paso adelante en la búsqueda de soluciones sostenibles y eficientes para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto de las plantas TMB en su entorno.